Día 9: Acuéstate en el piso afuera, mira el cielo y permítete perderte en él
Esta mañana, Caroline y yo nos estábamos mandando mensajes de texto y le dije: “Escribir sobre tantas de nosotras ha sido increíble y desgarrador. Estaba leyendo nuestros mensajes en los primeros días de Awesome Mums cuando solo éramos nosotros. No creo que hubiera podido hacer la vida sin todos ustedes. En serio, ¿cómo puede alguien hacerlo sin un espacio seguro o personas?” Leer esos primeros mensajes fue impresionante. Empecé ese grupo de Whatsapp el 17 de septiembre de 2016. Nos conocíamos desde hacía tiempo cuando íbamos a reuniones de apoyo y siempre queríamos más. Sabía que necesitaba estar en contacto constante con ese grupo de mujeres, donde sabía que podía decirlo todo y nada sería percibido como demasiado oscuro o feo, todas nos entendíamos, incluso cuando todas nuestras pérdidas eran diferentes y nuestras vidas aún más. Realmente espero que, independientemente de las dificultades por las que pasen las personas, siempre tengan a alguien que no les responda con juicios y preguntas, solo empatía, amor y comprensión y que a veces las cosas son simplemente una mierda y no hay nada que puedan hacer excepto estar ahí el uno para el otro.
La historia de Caroline es la segunda que les mostrará la cara desgarradora de la terminación por razones médicas (TFMR en inglés) y quiero reiterar que son todos bienvenidos aquí si pueden leer con el corazón abierto y libre de juicios.
En el 2016, Caroline estaba felizmente embarazada, su hija Lottie esperaba ansiosa la llegada de su hermano pequeño Charlie y todo era maravilloso. En la ecografía de la semana 20, una opción que nunca habían pensado, se convirtió en su nueva realidad, Charlie tenía una condición que haría que su vida fuera extremadamente difícil y que sufriría, más que vivir a plenitud. Hicieron preguntas, procesaron toda la información, y después de un tiempo, estuvieron de acuerdo que lo mejor y más difícil de hacer era dejar ir a Charlie con la mayor paz y amor posible. Caroline fue inducida y dio a luz a su increíble hijo tan magistralmente como lo hace todo en la vida. Charlie era tan perfecto como imaginaba y Caroline pudo abrazar a su hijo y darle solo amor y hacerlo sentir seguro porque estuvo con él toda su vida. Eso es algo que siempre me reconforta, la idea de que Charlie y Olivia solo sintieron amor y protección por parte de nosotras. Caroline lo protegió al máximo en este momento y rompió su propio corazón pensando en su hijo. Esto es lo que hacen las madres todos los días, poner a sus hijos por encima de todo.
Creo recordar que Caroline dijo una vez que al principio de nuestros grupos de apoyo sintió una o dos veces que no encajaba del todo porque nuestras circunstancias eran bastante diferentes. Esa idea me pareció tan loca, que mi amiga y hermana en las trincheras se sintiese de otra manera aparte de bienvenida, amada y apoyada. Supongo que eso es lo que pasa con la pérdida del embarazo en general, en realidad nunca se nos ve como otras madres que han perdido a sus hijos cuando son mayores. Nuestros corazones están rotos, nuestros sueños son arrebatados y no estamos interesados en medir cómo se ve nuestro dolor en comparación con el de otra persona. A mi dijeron muchas veces: “por lo menos no nació”, “por lo menos pasó cuando estabas embarazada” y una vez le dije a alguien que mi primera hija había muerto y me preguntaron cuántos años tenía y les dije que yo tenía 37 semanas de embarazo, la persona entonces dijo: aaaaahhh, okeeeey. Como si estuviera bien ahora. Nunca está bien y tratar de minimizar el dolor de alguien debido a las circunstancias de otra persona es inútil y simplemente mezquino. He hablado con muchas madres que han perdido a sus hijos mayores y ninguna de ellas me hizo sentir como si no fuéramos dos madres en duelo tratando de seguir viviendo. ¿Sabes quién lo hizo? Las personas que tienen a sus hijos aquí. Si alguna vez intentaste decir un “al menos” de un momento de dolor, incluso si vino de un buen lugar, para de hacer.
Ahora, si yo me he sentido así tantas veces, no puedo imaginar los horrores que sienten los padres que tuvieron que tomar la decisión de terminar sus embarazos. Caroline y yo celebramos a nuestros hijos de la misma manera, los amamos y los extrañamos con la misma fuerza, hablamos de ellos y son una parte tan importante de nuestras familias como sus hermanos.
Hay un punto que quiero resaltar además de decirles a Caroline y Charlie que los amo, y es crear conciencia y pedirles a todos que sean más amables. No importa lo que yo creo que es mejor o peor en una determinada circunstancia, a menos que sea la mía. Si te encuentras con alguien que lucha, míralo en donde está y por lo que está pasando, y bríndale el amor, el espacio y el respeto que te gustaría te dieran a ti.